Recuerdos

Un hormigueo en el estomago no me deja dormir. Sé que aún quedan unas cuantas horas para vivir, de nuevo, el momento de estar más cerca de ella. Es el recuerdo y el sentimiento lo que me hace esperar este día con tanta ilusión. Me levanto ansiosa y preparo el vestido, las peinetas, el aderezo y como no, la mantilla que durante tres generaciones hemos lucido en este día. Llegó la hora. Recojo mi ramo de claveles rojos y salgo orgullosa a encontrarme con mi adorada virgen que año tras año me espera… siempre fiel a su cita.