Participaciones VI Concurso de Microrrelatos Falleros
Llama fallera
por Laura Ibáñez Martínez
Tras ella una sinfonía valenciana, petardos junto a la tradicional música fallera se funden en armonía. Camina orgullosa mientras sus pasos resuenan por las calles valencianas. Mientras, su pensamiento, impaciente, se divierte recordando a su abuelo, quien, cada año la veía pasear por los rincones donde la vio crecer. Entre tanto anhelo, un rayo de luz se posa sobre su frente, abandona aquella estrecha calle al ritmo de la sinfonía valenciana que la acompañaba, y, junto a un ramo de alegres flores, la ve. Fue entonces, cuando la llama de su corazón se encendió.
COMO EN UN SUEÑO
por Ana Cotaina Gilabert
Un cielo de dibujos animados parece saludar a la exuberante sinfonía multicolor que brota de los fuegos artificiales más espectaculares que he contemplado nunca. La ilusión y el trabajo de todo un año son pasto de las llamas. Veo lágrimas, emociones difíciles de explicar, para las que no sirven un puñado de palabras. Mientras, el compás de la música late junto a una fiesta inmortal, que anidará para siempre en el corazón de todas y cada una de las personas que han tenido la inmensa fortuna de sentirla, al menos, una vez en la vida.
ROMANCE FALLERO
por Guillermo Sancho Hernández
Cuando llega a la plaza,
la ciudad tiene los ojos cerrados.
La falla, todavía sin alma,
es sólo un montón de fardos.
Los falleros rasgan el plástico,
aparecen eslabones extraños,
el ingenio espera paciente
que lo encajen expertas manos.
La mañana avanza expectante,
el cénit se va acercando,
y entre aplausos, un niño
asiste al ritual asombrado.
La falla, cual torre de seda,
enseña su cuerpo rosado,
el cielo de Valencia adivina,
el trabajo de todo un año.
La Falla ya está plantada,
como ilusión de enamorado,
en la noche de San José,
el fuego renovará su abrazo.
LA MÀGIA DE LA FALLA (Gràcies, Mario)
por Guillermo Sancho Hernández
Les falles són màgiques. I ho va entendre en aquell moment quan, després de molts anys fora de València, va veure el ninot dedicat a Mario Alberto Kempes. El Matador estava celebrant un gol, eufòric, amb els braços oberts al vent i amb la llegendària samarreta de la senyera al pit. Aleshores, d’una manera tan inexplicable com emocionant, aquella autèntica obra d’art li va fer reviure, com si fóra hui mateix, el dia en què sent encara un xiquet son pare el va portar, per primera vegada, a Mestalla.
UN VERTADER NINOT
por Guillermo Sancho Hernández
Xiulet no va tindre millor ocurrència, just aquella nit, que disfressar-se. I la seua disfressa era tan perfecta que ningú es va adonar de la seua presència fins que, amb la plaça de gom a gom i ja començada la cremà, els primers crits esfereïdors alertaren els bombers.
UNA FALLERA XICOTETA
por Guillermo Sancho Hernández
Clàudia va vindre al món al mes de juliol, un dia de Sant Jaume. Enguany farà tres anys. És blanqueta, preciosa, inquieta, riallera. I quan et mira, et parla. Per això crec que serà una persona extraordinària, i també una fallera de pura raça: com sa mare, com la seua germana. Perquè m’ho diuen els seus ulls: brillen en veure un vestit de valenciana, ballen al pas de la banda de música, es commouen davant d’un ninot de falla. La xiqueta viu l’ànima de la festa. És el secret de la seua mirada.
PARAULA DE MANTENIDORA
por Guillermo Sancho Hernández
És la promesa màgica als ulls de les mascotetes, la il·lusió que mou l’ànima dels xiquets de qualsevol edat, i l’admiració respectuosa per l’experiència vital dels més majors. És la pólvora eloqüent, la tradició i l’elegància, el sentiment profund de la festa, l’orgull per la feina ben feta cosit al cor d’un poble, i el nostre patrimoni.
És la falla; i és eterna. Perquè està construïda amb la matèria amb la qual es fan els somnis, i tot el món sap que els somnis, com les nostres esperances íntimes d’una existència millor, no moren mai.
PEQUEÑO HOMENAJE A JULIO CORTÁZAR
por Guillermo Sancho Hernández
Partimos de la hipótesis de que es su primera visita. Dicho esto, sitúese frente al monumento (falla), delante del ninot principal, para considerar el conjunto. Luego, sin dejar de observar, pasee alrededor de la falla, tras la protección, y déjese llevar. Mientras, en su lengua materna, diga cosas como “obra de arte”, “parece real” o “es una pena que la quemen”, y/o asienta con la cabeza. Al acabar puede que note una embriagadora satisfacción. No se preocupe, es un reflejo ante una sobredosis artística, musical y pirotécnica. Duración media de la experiencia, veinte minutos.
Ser Fallera Mayor
por Marta Ajado Iniesta
Un deseo contenido y latente nunca expresado verbalmente, una incertidumbre que te mantiene en vilo temporalmente, un profundo suspiro exhalado que abarca una ilusión desbordante, una realidad que se hace patente con un nombramiento mientras todo tu ser tiembla. Unos aplausos que te reciben e insuflan una descarga de energía, la aclamación de los que bien te quieren que provoca el derramamiento de lágrimas mientras te reciben tus compañeros de sueño.
Las palabras contenidas que fluyen en forma de discurso, los temores expresados por cumplir con el cometido designado y unas flores como colofón del principio de tu reinado.
A TUS PIES
por Vanesa González Villar
Pocos pasos me separan de ella. La emoción llena mis ojos de lágrimas. Son tantas cosas las que le quiero decir… Y tan breve mi paso a sus pies… Giro la esquina de la catedral y ahí está ella: esperándome. Me aproximo a sus pies y cuando paso a su lado, beso las flores de mi ofrenda y se las entrego al vestidor. Es una emoción tan grande que no se puede explicar. Un año más, simplemente: GRACIAS. Visca la Mare de Déu!!
EL PREMI
por Ana Cotaina Gilabert
A l’altra part del món un xiquet obri una caixa de galetes, i troba dins un paper ataronjat. És una espècie de xec al portador, amb un premi: un viatge a Europa. El destí concret és una terra que sembla, segons la descripció, extraordinària, i on durant uns dies del mes de març el guanyador serà benvingut per celebrar una festa meravellosa.
El xiquet llig per primera vegada aquella paraula, nova per a ell, escrita al bell mig de la invitació.
– “Falles”- repeteix en veu alta, com si fóra una paraula màgica.
Li agrada com sona.
PATRIMONI IMMATERIAL DE LA HUMANITAT
por Ana Cotaina Gilabert
Al cartell es podia llegir: “Les falles parlen de nosaltres. De les nostres tradicions, dels nostres sentiments, dels nostres somnis. D’una festa oberta, alegre i crítica. Dels bunyols de carabassa, de la sensualitat mediterrània, de l’olor de la pólvora, de les bandes de música, de soroll, d’enginy i gràcia, de festa. Però també són l’antídot anual, efímer, que ens allibera de les càrregues interiors, la metàfora de la nostra existència… perquè les Falles naixen d’un poble que, amb una veu immemorial, es reivindica cada any i converteix en combustible artístic la seua pròpia existència.”
Corazón a la carrera
por Marta Ajado Iniesta
Un bullicio incesante pulula a mi alrededor, siento unas manos retocando mi indumentaria, escucho consejos y palabras de cariño que fluyen de unos labios amigos, mas todo lo que acontece a mi alrededor queda estático y levitando en el aire cual bruma mañanera. Mis oídos únicamente perciben los latidos de mi corazón, acompasados, constantes, muy fuertes, tanto que instintivamente miro hacia abajo temiendo que las palpitaciones perforen mi pecho para hacerlo salir a la carrera. La luz tenue inunda la sala, se prende un foco a mis pies, una voz en off recita, Fallera Mayor 2017 . . .
LA PLANTÁ DE LOS ELEGIDOS
por Rubén Martín Camenforte
Agranaor era todo un veterano del Museo Fallero. Indultado de los años cincuenta, aquel barrendero contaba con un carácter agrio del que no tardaban en saber los recién llegados. Sin pelos en la lengua de cera, vivía en un constante rifirrafe con los tres viejos de la tertulia. Manolo el de l´escurà era de los pocos que sabía llevarlo. Iaia i Neta —las primeras del lugar— se divertían haciéndole la vida imposible. Eran republicanas de pura cepa y, cada vez que se cruzaban con él, lo encendían cantándole el Himno de Riego.
Una noche en el taller
por José Luis Lagardera
Cae el sol sobre el taller. Hace varias horas que el artista se ha marchado. Como cada noche, los ninots despiertan de su letargo con el olor de la pintura todavía en el ambiente. Uno de ellos estornuda, debido a la alergia. Otro, caracterizado como futbolista, conduce un balón por el habitáculo. Una bailarina se imagina en el ballet de Bolshoi, y un cuarto se enorgullece de los progresos que se han hecho con su estructura. No lo saben, pero se acerca el final. La ventana advierte del primer Sol de marzo. El cartón piedra vuelve a cubrirles por completo.
NINOTSTORY
por Ana Cotaina Gilabert
–Nos fugaremos durante la nit del foc –dice la funcionaria, que está todavía medio pintada y con el sueldo congelado.
–Yo me quedo–afirma el político corrupto, un ninot sobrecogedor.
–Pues a usted no creo que le indulten –le responde el ama de casa, tan lúcida como harta de trabajar sin reconocimiento alguno.
–Esperemos que el plan funcione –susurra el jubilado, cuya pensión es el único sustento familiar.
–Funcionará– añade la funcionaria. Escaparemos usando la locomotora que tiene parada en la falla (identificada con el rótulo “Mediterranean runner”: corredor mediterráneo). Nadie la echará de menos.
La llama del amor
por José Luis Lagardera
Volvió la mirada y notó cómo sus músculos se agarrotaban. Había vislumbrado el lugar durante varios días, pero hasta ese preciso instante no se había dado cuenta. Una figura imponente se adivinaba a escasos metros de él. Tenía el rostro más bello que jamás había visto. Sintió que su corazón estaba a punto de salirse del pecho. ¿Acaso era eso el amor? La sensación de embriaguez le sobrevino justo en el instante en que un gran estruendo resonó con furia. Su idílica suerte se perdió entre el humo justo antes de que ambos fueran consumidos por las llamas.
AQUELLA NOCHE INOLVIDABLE
por Ana Cotaina Gilabert
Los ángeles existen. Lo sé, y es gracias a él. Porque cada mes de marzo regresa puntual a mi memoria su imagen indeleble, su inolvidable presencia. Entonces viajo, nostálgica, a la cremà del año 1994, y a una calle Blanquerías repleta de miles de almas entregadas ante una de las fallas más originales de la historia. Así, como en un sueño, revivo el momento mágico en el que mis pupilas se posaron en el infinito horizonte azul de su mirada. Y entonces sé que su recuerdo, como el espíritu de la fiesta fallera, me acompañará para siempre.
DE LA FLAMA A LA CREACIÓ
por LLUÍS MESA I REIG
La flama va fer ombra. El portentós colp del so va deixar pas al soroll continu i lent. Sols va ser esguitat per espurnes espontànies. La llum va augmentar per moments. Una boira negrenca començà a amagar les creacions. Quedava tot mut. Sols l’aire carregat escamparia el missatge d’aquells dies. Les mirades llançades a la gent passarien a l’àlbum dels records. En uns instants de les cendres desintegrades naixerien les primeres llums. Els primers passos d’un nou dia donarien color a una nova creació. El cicle de la falla començava a ser real.
La primera de muchas
por Natalia Viana Nebot
—Sus últimos días comenzaron como este —recuerda Ginebra, conteniendo un suspiro.
Y es que en este día tan especial, no ha podido evitar acordarse de su abuela. Su antecesora. La que le enseñó a amar las fallas. Su luz, su color, su aroma. El fuego purificador, que da fin y comienzo…
Su abuela, que peleó para que el sueño de su nieta pudiera realizarse algún día. Con la sombra de una lágrima asomando, y una sonrisa serena, la fallera mayor, dijo: ¡senyor pirotécnic, pot escomençar la mascletá!
La ciudad en Fallas
por Pilar Ortiz
Las calles han cambiado su ritmo, su aspecto. Ya huele diferente. Los aromas se entremezclan: pólvora, buñuelos, chocolate, paella… Los sonidos y la música tan peculiar vuelven de nuevo: petardos, mascletàs, orquestas nocturnas… La ciudad está acelerada, divertida, iluminada. Multitud de personas inundan sus calles. Las Fallas un año más se adueñan de la ciudad. En una semana el fuego las reducirá a cenizas y volverá a dar a Valencia su aspecto de rutina del día a día.
Mirada fallera
por Pilar Ortiz
Esos ojos llevaban muchos años admirando las Fallas. Ya desde niña quedaron asombrados al contemplarlas por primera vez. Esos ojos lloraron de emoción cuando fue proclamada fallera mayor y de nuevo otra vez cuando quemaron su pequeña falla infantil. Tantas otras veces a lo largo de su vida miraron y derramaron lágrimas al emocionarse con su fiesta favorita. Ahora esos ojos se han cubierto de una espesa niebla; las cataratas han vuelto borrosa la imagen de sus preciadas fallas, pero no le impiden derramar las lágrimas al quedar anegados por la misma emoción de siempre.
El ninot
por Elena Iranzo
Una lágrima se deslizó suavemente por la mejilla de la niña, arrebolada por el fulgor de la hoguera que consumía la pequeña falla, su falla.
Con contenida emoción abrazaba el ninot, rescatado de su destino, que le acababan de entregar para que no olvidara su reinado como “Fallera Mayor”.
¿Cómo iba a olvidar? Había sido un año intenso, agotador, pero feliz y emocionante. No, nunca lo podría olvidar.
Una fuerte llamarada le hizo dar un paso atrás y entonces se dio cuenta de lo que tenía que hacer. Lanzó el ninot a la hoguera y pensó: “Cumple tu destino”
La traca
por Vicente Gorgues Zamora
La primavera daba sus primeros coletazos, nos despertaba del letargo invernal con el olor a pólvora. Me impactaba ver correr “la rata”, traca que colgaban por las estrechas y sinuosas calles del barrio del Carmen. Por el día, las bandas musicales se confundían con los tambores y cornetas. Por la noche, las verbenas de la plaza alternaban con la cordà. Viejas canciones de amor eran interpretadas por orquestinas. La gente bailaba y olvidaba las estrecheces del día a día; mientras, en la noche fresca, se divisaba la luna y asomaba la cara de un amor veraniego, una ilusión pasajera.
El xiquet
por Vicente Gorgues Zamora
Fragments de les falles es trobaven als carrers disposats per a ser encaixats, tot I que restaven set dies per a Sant Josep. Un xiquet mirava bocabadat com plantaven la falla de Na Jordana. S’asseia al costat del Barato del Carmen, observava el treball de pintors i fusters sobre grues i bastiments. Un artista rejuntava les unions dels trossos de falla amb paper de periòdic impregnat d’engrut i escaiola. El monument quedava plantat. Els ninots ballaven al ritme que l’artista els havia inculcat. Les càmeres els immortalitzaven. El xiquet que venia a veure com plantaven la falla ja no estava.
PECADO FALLERO
por francisco martinez llopis
Nadie daba crédito a lo que ocurría aquella falla se negaba a morir entre llamas. La primera vez que intentaron quemarla se produjo una intensa lluvia que lo imposibilito en otra ocasión fue el fuerte viento el que se aliaba con las figuras. Cuando las condiciones climatológicas fueran favorables fue la coincidencia con las celebraciones religiosas la que daba al traste la crema. Tras varios intentos más frustrados la comisión decidió abandonar aquel monumento el más caro de la historia a su suerte. Vecinos de otros barrios más humildes rescataron los ninots y se los vendieron a los turistas.
SENSACIONES Y REFLEXIONES
por Jorge Gomez Mataix
Aquel turista inquieto, después de unos intensos días de fiesta anotó en su diario las vivencias que más le habían conmovido:
«Arte efímero en filigranas y arquitecturas imposibles; ruido atronador con el contrapunto de música gozosa; belleza en los trajes de seda y ofrenda que perfuma la ciudad; fuegos de artificio irisados en las noches frescas; y al fin, las estremecedoras llamas que culminan la andadura festiva…».
El forastero se preguntó: ¿Qué otra fiesta tiene la esencia y riqueza de las Fallas? ¿Esta maravillosa mezcla de excesos y asombro? Y sonriendo pensó: ¡Con razón son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad!.
Fallas en la distancia
por Marta Ajado Iniesta
Camino cabizbaja ensimismada en mis pensamientos, me siento invadida por la nostalgia que se ha apoderado de los intervalos de tiempo en que mi mente no está ocupada. El buen clima, la fecha, todo me recuerda a ellas, añoro ese aroma característico a pólvora en suspensión por las calles, extraño la interrupción del silencio a cada momento por los estruendos de los petardos que se detonan, rememoro la riqueza del entramado de tejidos de la indumentaria en cada ramillete de flores que veo. Evoco las imágenes en mi mente, los monumentos, los pasacalles, la ofrenda…. ¡Ya estamos en fallas!
Josep un pobre fuster
por ENCARNA GÓMEZ SANCHIS
Josep era un pobre fuster, tenia un taller en el barri de Russafa. Ell ajudava als fallers a fer algunes peces de les falles, ja que el seu taller era xicotet i no tenia el material adequat, però tenia imaginació.
A Josep li agradava Empar una xica de família adinerada, son pare era Coronel. A pesar del seu mutu voler, la relació era impossible. Son pare pensava que seria una vergonya si la gent s’assabentava.
Josep va convèncer als seus amics i van crear una falla, explicant la seua història d’amor. Mostrant-la així al món i acceptant-la el General.
BESOS DE BUÑUELO
por SALVA FERRIOL
Le di a la yaya un beso de buñuelo. Ella los llamaba así desde niña. Estábamos comiéndonos media docenita. La observaba sonreír, muy quietita, mirando la falla. Levábamos ropa de petardo que, según ella, era la que olía a humo de fiesta. Noté desaparecer su sonrisa. Saqué de su cartera la foto antigua de una niña vestida de valenciana (vestida de música, según la yaya)… La miró y tarareó algo…Volvió a sonreír… Se había reconocido. Sí… era de lo poco que todavía podía reconocer, aparte del olor de la ropa de petardo y cómo saben los besos de buñuelo.
Tradición firme
por Fernando Jose Lopez Sanchez
Un golpe de aire gélido acarició su agotada tez.
Se dispuso a aperturar el recinto vallado, para preparar en armonía la sinfonía de azufre y polvora que había estudiado de manera enfermiza.
Se agolpaban tantas emociones, que daba la sensación de levitar por la plaza.
Por última vez, se colocó protecciones, casco de seguridad y prendió aquella bengala que había heredado de su padre.
No era consciente de la sensación que transmitía a la muchedumbre, solo atendía a sus crecientes latidos.
Curiosa sensacion, el estruendo iba ‘in crescendo’, sus sensaciones se silenciaban.
Apagó la bengala y se la cedió a su hijo.
Indultado
por Plácido Romero
Cuando le dijeron a Joan que habían indultado su ninot, no se lo podía creer. Estaba emocionado. Era su consagración como artista fallero. Había esperado ese momento desde hacía mucho tiempo.
Sin embargo, Joan no pudo evitar pensar que Vicente, su maestro, cuando le mostró la figura, le había dicho que esperaba más de él.
Miró el ninot. Le había ocupado semanas de trabajo, pero ahora se daba cuenta de que no era lo mejor que había hecho. Ni mucho menos. Y dentro de cien años sería lo único que quedara de él.
Joan fue a buscar un formón.
MAS VALE TARDE QUE NUNCA.
por Rosa I. Villalba Boluda
Ya huele a pólvora, a chocolate con buñuelos, a los últimos retoques de pintura en los «ninots».
Me he probado el traje de fallera. Lo tendré que llevar a ensanchar. Tal vez lo he pensado un poco tarde. Siempre hay modistas dispuestas, en los talleres de indumentaria valenciana, para hacer sueños realidades.
Luciré mi traje, seguro que los corchetes se abrocharan. El año que viene prometo firmemente probármelo antes y mucho antes hacer una dieta.
UN MISMO SUEÑO
por Rosa I. Villaba Boluda
Aquella noche, mi madre y yo, no logramos pegar ojo. Me abracé con energía al cuadrante de mariposa, de mi cama. Ella, debió de abrazarse a mi padre, era lo que tenía más cerca… los segundos, los minutos y las horas, se hacían interminables. Con un ojo entornado, esperaba con desasosiego poder atisbar los primeros rayos de luz, que se filtraran por las cortinas.
Teníamos un mismo sueño. ¡Ser las dos, falleras mayores!
Por la tarde, ya en el casal, la elección: ¡Mari y Lucia! El sueño de tantas noches se había transformado en una realidad maravillosa.
CONSAGRACION DE LAS FALLAS
por carmen rosa monzon delgado
La verdad es que vibro intensamente la consagración de las fallas. Cuando se derriten las figuras en un arrebol de llamas luminosas y sueña la migración de las formas y el colorido en la memoria. Participo abiertamente de la intensa lúdica que retrata mis pupilas de forma inexorable. Memoria efímera a los palacios archivos permanentes de la memoria y dicha inolvidable. Vibren intensamente
las fallas en toda su plenitud eternamente.
Ojos azules y buñuelos.
por Luis Gispert Macián
He subido al Miguelete. Contemplo la ciudad, con ese pintoresco laberinto de calles apretujadas, de torres y cúpulas, y de palomas, que ocupan el cimborrio de la Catedral.
Valencia explaya sus aires de fiesta marcera. Alza su corazón a poetas y escritores, a pintores y fotógrafos. Las Fallas tienen rostro de grandeza artística, de donaire, espectacularidad, emoción, belleza y un lagunar de cadencias.
El rincón de Santa Catalina huele a buñuelos. La guapa fallera con sus ojos azules, percibe el sabor de los labios de su pareja. En el centro de la mesa, queda olvidado el chocolate con nata.
LUZ Y OSCURIDAD
por javier iranzo viciano
Abarrotadas calles, saturadas plazas, rebosantes bares, oportunos rincones. Largos paseos, cansadas rutas, tensas esperas, nerviosas colas. Ávidas miradas, románticos roces, expresivas frases, sonrisas pícaras, tiernos besos, cálidos abrazos, suaves manos. Heterogéneas figuras, abrumadores destellos, intensos colores, voraces llamas, chispeantes virutas, saltarinas briznas, devoradoras piras, intensos fulgores. Pasión atenuada, amargo sabor, dulce recuerdo, silencio, oscuridad…. espera.
CICLO
por Maximiliano Jarque Blasco
Crida desde Serranos, Plantà, “tro de bac” y masclets que te despiertan, peregrinación al Ayuntamiento, cerveza, mascletà, olor a pólvora, pasacalles, música de bandas, dulzainas y tamboriles, casales, carpas, orquestas, trajes de huertana, de torrentí, de saragüell, ramos de flores para el manto de la Geperudeta , moños, rodetes, visita de monumentos, sátira, ninot indultat, buñuelos de calabaza con chocolate de madrugada, castillos en el cielo, calles engalanadas, calles iluminadas, noche de fuego (todo arde en llamas), lágrimas de fallera, bomberos, servicios de limpieza.
Y al día siguiente: comisiones y gremio de artistas y artesanos comienzan un nuevo el ciclo.
Mascletà
por Josep Calero Martí
Qui m’obligava a embolicar-me en aquell desastre una vegada i una altra? Ho sabia des que ben prompte, al matí, havíem pujat al tren i la pobra criatura, amb aquella cara d’animalet que duen a l’escorxador, m’interrogava obsessivament sobre la nostra destinació i jo, amb un nus a la gola, li deia que a passejar per València. N’érem una bona colla i visitàrem les falles més vistoses fins que arribà l’hora de la tragèdia: uns trons potentíssims i un foc aeri que ni la RAF. Vaig mirar, angoixat, el meu fill, que s’estava quiet i amb un somriure exultant.
Buñuelos y Festejo
por ANA MARIA CAUDET CRESPO
Tienen permiso de su madre para bajar a la calle, a ver las cucañas. Eso, tirar petardos y comer
buñuelos, es lo que más les gusta de las Fallas.
El pequeño sujeta el buñuelo en su mano mientras lo sopla, para ir enfriándolo. Se entretiene
pasándole la lengua con cuidado, una y otra vez, rebañando el azúcar que lo recubre. Arde en
deseos de darle el primer bocado. Su hermano lleva el resto de la media docena, envuelto en
un cucurucho de papel.
Aunque este año no puedan ser falleros, disfrutarán con ellos la algarabía del festejo de las Fallas.
LLUVIA EN FALLAS
por Mª Concepción GARCIA ESCUTIA
Caía una lluvia torrencial sobre los monumentos. Pensó que todo se había ido al traste. Viajó desde Oslo para para revivir aquellos días en los que había sido fallera mayor en su tierra. Soñó en todo lo que iba ha hacer, y… ¡ahora llovía!. De repente se sintió fallera, acudió al casal donde tantos años había vivido las fiestas. Gritos de alegría la acogieron. El monumento estaba plantado y mañana iría a la ofrenda, quizás con paraguas, ¡pero que importaba!. Era valenciana, y era fallera ¡Que importaba lo demás?. ¡Estaba en fallas y en Valencia!
PRISAS
por Jose Luis Ruiz Romero
Marga salió de su casa con la sensación de que le faltaba algo. La sesión de peluquería había sido agotadora pero por fin las peinetas se erigían firmes en su cabeza. Sintió un escalofrío una vez puso el pie fuera del patio y confirmó que el peinado era perfecto cuando vio la mirada de una pareja que pasaba por allí. Su comisión la esperaba en la plaza pero antes de girar la esquina su figura se reflejó en el cristal de un coche. Y entonces Marga confirmó la perfección de su peinado y la belleza de su desnudez.
¡Valencia, qué hermosa eres!
por Cristóbal Cabezas Martín
Era una fría noche de viernes. Buen momento para planear el fin de semana.
-¿Qué podríamos hacer?, me preguntó Julia.
-Vámonos a las Fallas.
Era sábado. Sin ningún titubeo dispusimos el viaje más deseado. Al llegar, el gentío inundaba las calles. El olor a pólvora, el atronador sonido, la muchedumbre. Todo ello es una combinación difícilmente rechazable en una ciudad única.
Valencia es a las Fallas como el jardín a las flores, como el pez al agua o como el violín a la orquesta. Una visita a Valencia merece la pena. Si es en Fallas, mejor que mejor.
EN FA DE FALLA
por joan josep serra martí
És fabulosa la faceta fallera falaguera, pel faller que fa el fantasiat fast fascinador d’un fabuliste món de falles. Fantàstica fantasia farcida de faràndula fastuosa, que mai falta fantasiosa al favor fabulat falaguer d’un famèlic favor fascinador. És la falla faula i far facunt, eixa fada famosa que fanfarroneja farta de fastuositat. I el vent favorable fabrica el faener fet famèlic de fam fallera, facilitant el fabulós fadrinage falcat al cor de la falla. I gens falaç, la fama en fantaseig fascinant faenera es farta en un favorable i fantàstic escrit en fa de falla…
EL SUEÑO INTERMINABLE
por SALVA FERRIOL
Ayer, el niño miraba la plaza que aún mostraba los restos candentes de la falla que, hasta hacía poco, reinaba orgullosa en la plaza. E, ilusionado, pensaba: -de mayor plantaré, en esta plaza, mi propia falla. Hoy, otro niño mira la misma plaza donde otros restos candentes arden como aquellos. E, ilusionado, piensa: -de mayor plantaré, en esta plaza, mi propia falla. Mientras, aquel otro niño le contempla feliz sabiendo que, si él ha podido hacer realidad, hoy, su sueño de ayer, no hay nada que pueda evitar que su hijo acabe haciendo realidad, mañana, el sueño de hoy.
SOY UNO MAS
por carmen asensi sáez
Mi primera primavera en Valencia está próxima a comenzar, así me lo anuncia el increible perfume de azahar. Me encanta esta tierra por todo lo que me ha brindado, todos me han acogido como uno más, pero cierto temor me invade porque no los quiero defraudar, voy a participar en su fiesta, mi mujer me ayuda a vestirme y me estira la faja con fuerza para que quede bien amarrada, por último el chaleco y a comenzar la ofrenda, llegamos ante ELLA y escucho al pasar como me gritan desde las vallas, «fallero bonico, ben plantat»- uff¡¡ soy uno más.
¿Por qué yo?
por Miguel Macián Lázaro
¡Era la despertá! la mezcla mágica entre olor, ruido y sonido; nunca habría imaginado cómo me iba a sentir así de identificada con esta música, con estos petardos, con este ambiente nebuloso que excita todos mis sentidos. ¿Qué tenían aquellas fallas? ¿por qué deseaba con tanta fuerza desfilar el Día de la Ofrenda? ¿por qué yo?. Mi familia en Ohio no lo entendía y yo no supe cómo explicarlo.
Fidelidad
por Miguel Macián Lázaro
Antes de que sonase el despertador, Vicente ya estaba metiendo la última camisa, junto a las siete mudas, el coche de línea de las 6:30 no espera a nadie. Llegó con el tiempo justo para abrazar a su hija, coger el bonometro y acudir, como en últimos quince años, a su cita en la Plaza del Ayuntamiento. Nada le gustaba más que sentir la vibración de su cuerpo en esos seis minutos mágicos, entre la verja y el balcón del ayuntamiento, como si fuese la última mascletá, que lo fue, ese año de dos mil once.
La Isla
por Silvia Casado Schneider
Una chica linda sube los pasos del metro en Xàtiva girando la cabeza de un lado a otro. El viento deja bailar su pelo largo y oscuro.“Dónde me puedo sentar y esperar tranquilamente hasta la mascleta?”
Las calles a la Plaza del Ayuntamiento se van llenando cada minuto más.
Allí, una isla en medio de la multitud – su isla. Se sienta arrimandose al semáforo que sigue haciendo su trabajo – verde, rojo, verde …
En sus piernas estiradas extiende su almuerzo. Disfrutando de su pícnic, observa con gran fascinación el espectáculo alrededor de ella.
TERRATREMOL
por ANGEL DE DIOS RUBIO
TERRATREMOL
Todavía retumban en el silencio de esta habitación de hotel. Lejos sigue la algarabía, los desfiles de un casal a otro, las tracas a traición. Cierro los ojos para almacenar tanta sorpresa y tanto desconcierto: el colorido de las falleras, la sinfonía de las bandas de música, el ir y venir de la gente como viento de levante. Y allá en la lejanía, el estruendo de la mascletá inundándolo todo, llegando en ondas expansivas a la soledad de mis torpes oídos. A mi lado, alguien susurraba palabras de entusiasmo. No presté atención. Mi corazón sólo estaba para seísmos y escalofríos.
El clavel rojo
por cristina núñez mateo
Un clavel rojo sangre, llora la humedad de una noche cerrada de marzo. Desprende su aroma al compás de unos pasos cansados, ante la expectación de multitud de miradas que atesoran la belleza de un desfile sin igual. Entregado a su destino en unos brazos erizados de frío, se siente más vivo que en la propia tierra. Ante él, se abre la majestuosidad de la plaza de la virgen y, bajo la mirada de unos ojos que lloran, es entregado con devoción. Sabe que en solitario no significa nada, pero junto al resto de miles, lo significa todo.
UNA MIRADA ÚNICA
por LLUÍS MESA I REIG
No sé si era real. A aquelles hores qualsevol imatge es tornava certa. Estic segur que em va mirar. Els seus ulls s’endinsaren en el meu cor. Potser era un sentiment passional. La tendresa de la seua expressió era tan profunda que sols desitjava que fóra meua. De sobté despertí. Era recolzat al fanal enfront de la falla. Al costat tenia el got buit. Ella en forma de ninot estava en el cadafal. A l’altre costat apareixia la seua parella. No sé si fou un somni etílic o una realitat però mai oblidaré el moment que compartirem les nostres mirades.
El éxtasis de Santa Valencia
por Jonay Martínez García
Cada marzo, durante unas horas, desciendo de las blancas nubes hasta esta maravillosa tierra que lleva mi nombre.
Cuando todos duermen, ilumino las calles de colores, lanzo un embriagador olor a pólvora y la adorno con mil flores. Antes de irme, Don Miguelete, muy cortés, se inclina con su sombrero de campanas a mi paso. Más abajo, Doña Catedral, me saluda con su gótica sonrisa. Mi gran amiga, La Cheperudeta, aún con su manto vacío, me mira cómplice y charlamos un ratito.
Cuando todo está listo, yo, Santa Valencia, asciendo de nuevo a las nubes y contemplo orgullosa las Fallas.
FALLAS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
por RAFAEL FONTANA AGUSTI
ESTE AÑO SI, LAS FALLAS SON PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD INMATERIAL, ESTAMOS RECONOCIDOS MUNDIALMENTE, LOS VISITANTES DE TODO EL MUNDO QUE ASISTEN A NUESTRA FIESTA, APARTE DE ADMIRAR Y SORPRENDERSE DE NUESTROS MONUMENTOS Y COSTUMBRES, COMO MUCHAS VECES HE OÍDO Y HE SENTIDO, NO DUDÉIS QUE, SE VOLVERÁN A SUS LUGARES DE ORIGEN CON UNA GRAN PENA, O RABIA SANA, AL VER O COMPROBAR QUE, ESAS GRANDES OBRAS DE ARTE SON PASTO DE LAS LLAMAS, EN VÍSPERAS DE LA PRIMAVERA. MOTIVO PARA VOLVER AL AÑO SIGUIENTE Y VER NUEVAS OBRAS DE ARTE CALLEJERAS.
Matèria
por Marta Pérez Ortiz
Quan la flama dansa amb el foc l’aigua, sentint enveja, llança ruixades de fines llàgrimes. En un gest de noblesa la fusta, que sent sa pena, s’apiada del líquid element obrint els seus porus i amarant el seu pit de nusos i filament. La cendra, commoguda, pal·lia el patiment de la robusta matèria dispersant en xicotetes partícules volàtils el seu cos. Tots a una flama, foc, aigua, fusta i cendra s’alien en harmoniosa cerimònia la nit de la Cremà.
Fiesta
por Marta Pérez Ortiz
Melodioso compás de tambor. Bombo. Redoble de caja ¡Chas!, choque metálico; los platos. Con la cadencia del ritmo ya en marcha se suma la trompeta, voz solista. Primeras notas en escala mayor y tras ellas todos los instrumentos de la banda se suman a la fiesta de la recogida de premios. Falleros y falleras con sus zapatos, trajes, manteletas y aderezos rompen a bailar desenfrenadamente al compás de las notas de comparsa. Galardones entregados. Retirada. La fiesta continuará en el casal.
PUM ¡!
por IRIS SÁNCHEZ MUÑOZ
Nos hemos estado preparando durante todo el año, y hoy, ha llegado el día. Toca madrugar, pero no importa, por una vez…
Damos los últimos retoques para que todo esté perfecto, nuestras mejores galas de colores ardientes, ese perfume que todo el mundo adora y más, si cabe, los valencianos, el principio y final de todo que asoma en su justa medida.
Pasan las horas y los preparativos van llegando a su fin. El murmullo aumenta, pero de repente, silencio…
Se oye a lo lejos una voz, e inmediatamente después, comienza un susurro, es el momento…
PUM ¡!
Como la vida misma….
por Fernando Jose Lopez Sanchez
El tedio y hastío por el que había transitado llegaba a su fin.
La oscuridad, el silencio y el sosiego daban paso a la algarabía.
Un halo de viento le saludo vilmente en forma de golpe de realidad. Atrás quedaban sus recuerdos en el taller.
Tuvo miedo, pánico, pavor, por desconocer a que se enfrentaba.
Lejos de su hábitat se sentía débil y extraño.
Desconfiado por naturaleza, comenzó a asimilar las mieles del triunfo demasiado tarde.
Su rictus se había tornado cálido.
La mecha serpenteó buscando a su presa. El resto de ninots se despidieron, mientras él seguía sin comprender nada.
Missió complida!!!
por Jose Fernando Andreu Mora
El seu cor de carabassa començà a bategar intensament en vore la bellesa d’aquella xiqueta, quedant a punt de col·lapsar-se quan apropant la seua mà, el va acaronar, mentre l’apropava als seus llavis. En el trajecte va perdre el coneixement, despertant-se amb el tendre bes d’aquella fallereta, que llepant el sucre que l’envoltava li havia transmès tot el seu voler.
Amb un cor net, però enamorat per sempre de la màgia de les falles, el bunyol va tornar a l’interior de la borsa, feliç, molt feliç, al veure complit el seu desig d’endolcir la vida de les persones.
ESTAVA CEC I HO VAIG VEURE
por Alba Badenes Sanchis
Quasi podia veure-ho. En la mascletà, notava la multitud, l’olor a pólvora, les vibracions; imaginava la flama fent un sprint provocant tots aquells sorolls, increïble com una cosa tan petita podia provocar tot allò. Després la cremà, podia notar el silenci per l’emoció però el que més sentia era el calor; imaginava com les flames feien desaparèixer les immenses figures de cartó, creixent mentre les escultures lluitaven; però feia temps que havien estat condemnades. Notava l’aigua desfent eixos edificis de flames rojos i brillants. En la meua obscuritat, mai havia pogut veure tant, era màgia.
Amor fugaz
por Carla Palacios Morató
Y allí estaba él… Había oído rumores, pero ninguno se acercaba a describirlo tal y como de verdad era… Tenía algo que te hipnotizaba… No podías dejar de admirarlo… Y lo supo, había sido amor a primera vista. Pero también sabía que su amor iba a doler, que iba a ser fugaz… Y sin poder remediarlo cayó en sus brazos… Se unierón formando un solo ser, sabiendo que era el principio del fín… Un ninot y el fuego no tenían mucho futuro y sin embargo, que felicidad les embargaba! Sabían que estaban hechos el uno para el otro.
Una elecció difícil
por Carla Palacios Morató
Tots els ninots desitjaven ser escollits per la fallereta. Sere Jo! Que tinc una careta ben dolça. Sere jo! A les xiquetes lis agrada molt el rosa i es el meu color principal. Tota la falla era un rebombori de sorolls… Tots pensaben que tindrien la sort d’anar-se’n a casa amb la fallereta, tots menys el xicotet ànec amb la pateta trencada per un vandal. Quina tristor duia! Finalment, arribà ella, que amb els ulls plens de llàgrimes i d’amor, va triar al ninot més bonic de la falla… L’abraça ben fort… El xicotet ànec tindria un nou hogar.
No serás más que una pavesa, había escuchado decir.
por Laura Tornero
Una pavesa encendida, mecida por el viento, buscando un lugar en el que depositarse, enfriarse y descansar al fin. El último aliento de vida de ese sentimiento fallero que cada año nace y muere, y resucita de sus cenizas como el ave Fénix valenciana, condenada o premiada a ser al final sólo eso, una pavesa.
No puedo esperar
por Daniel Acevedo Balsera
Puede que sea solo por ser Valenciano de nacimiento o porque eh visto las fiestas toda mi vida, pero no puedo esperar a que llegue el quince de marzo; para empezar las famosas fallas.
Lo que más odio del diecinueve, es que es el último día de la fiesta y vuelvo a desear que sea quince de nuevo. Porque viviría estas fiestas una y otra vez, pero quizás así; no serian tan especiales y por eso tienen que terminar.
Cuando arden los monumentos burlescos, brillan las caras de la gente y aumenta la temperatura de mi Valencia. Mi amada ciudad.
El final
por Laura Tornero
Cuando despertó todavía era día 19 por la mañana. ¿O no?. ¿Cuántas horas había dormido? Esos instantes de incertidumbre le hicieron saltar de la cama, olvidar el dolor de pies y el cansancio y bajar al pasacalles como si fuera el último. ¿O lo había sido ya?
Alma fallera
por Laura Tornero
Cogí la falda y el corpiño, los planché y me los vestí, peiné mis moños ya maltrechos tras tres días de festejos, peineta, cancán y aderezo. Era día 20 ya, pero a mi no me importó.
Fallera de València
por Clara Grau
Enguany les falles han sigut declarades patrimoni de l’humanitat, però açò no ho ha aconseguit cap faller sol. Ha segut fruit de l’esforç de molta gent, de tot un poble, de tots els fallers. Per això, si volem un gran poble faller, hem d’estar tots units.
No vull ser sols fallera de la meua falla, vull formar part d’un fum de colors, fer-me una paella amb altres fallers, passetjar amb altres comissions, cantar les seues cançons i ballar en qualsevol casal.
Perque a mes de ser fallera de la meua falla, soc fallera del meu poble, fallera de València.
Ilusión
por Laura Tornero
Cuando el fallero vió la última pavesa del monumento encendido en llamas apagarse y caer, comprendió que aquello no era el final sino un nuevo comienzo.
«DE VALENCIA A LA ETERNIDAD»
por Miguel Antonio Galán Albiach
Petrificado por la emoción, frente al monumento, vio en lo más alto a Valentina. Sus ojos verdes, desafiantes como los de una fiera antes de saltar.
Recordó la despedida, muchos años atrás, cuando le suplicó que no la llorara más: que en el ballet, trasunto de la vida, había que buscar siempre la elevación, y que llevaba toda la suya ensayando, preparándose para un último salto.
Fuegos artificiales araron y sembraron de luces los cielos de Valencia, justo en el instante que sus miradas se encontraron. Él, musitó un «te quiero»; ella, sonrió, giró graciosamente sobre sus zapatillas… y cayó.
«Promesas de amor y fuego»
por Miguel Antonio Galán Albiach
Antes de partir, se prometieron todo lo que de hermoso tiene la vida y que, incomprensiblemente, para el resto del mundo, pasaba desapercibidamente: la luna, el sol, el cielo entero con sus estrellas, el mar con sus palacios de coral… el tiempo… y la eternidad.
Sabían que el final se acercaba como una fiera: hambriento, con los ojos fulgentes, relamiéndoses con lengua de fuego.
Se miraron una vez más, con infinita ternura. Ellos, cosas del destino, marcharían para reunirse en otro lugar, ajenos al mundo entero, lejos de ataduras y pesares, para ofrendarse sus promesas.
Mare, vullc ser President de Falla…
por Daniel Sánchez Parejo
Bolletíns de llum, certificats de l’escenari, segur de responsabilitat, contabilitat dels conters de la Comissió, declaració d’IVA, homologació dels unflables per als infantils, comprovar que l’empresa contractada tinga d’alta als seus treballadors, voluntari que certifique que els aliments cuinats no són per a la venda, pla d’emergència per al Casal i carpa, voluntari coordinador de les emergències que verifique que el botiquí de primers auxilis està operatiu, Models 036, 347, 390; I.V.A., impost de societats, bolletins d’instalació elèctrica un de l’instalació de la carpa, i una atra de l’instalació exterior; certificació, recarrega i retimbrat dels 4 extintors de la carpa…
¿Qué m’has dit fill?
LOCURA
por Susana Gisbert Grifo
Falleros. Dicen que estamos locos. ¿Por qué?
¿Por qué pasamos todo el año trabajando para disfrutar cuatro días? ¿Por que construimos monumentos enormes que luego quemamos? ¿Por qué pasamos cuatro días sin dormir? ¿Por qué lloramos cuando cruzamos la Plaza de la Virgen? ¿Por qué soportamos con una sonrisa pesados trajes y complicados peinados? ¿Por qué nos enredamos en cualquier proyecto que salga? ¿Por qué desfilamos aunque nos duela todo, aunque llueva o queme el sol?
Quizás no sea por eso
Tal vez sea porque después de todo eso, repetimos un año y otro más
Fervor
por anna fenoll silla
Cabalgata del ninot, cridà , mascletaes, ¡i per fi les falles! Ahir sopar de la plantà i hui l´ofrena que després de quatre hores caminant vestida de fallera, mantellina al cap i ram en braç, estic esgotada, però l´entusiasme és major. l ja al carrer del Micalet els ulls s´omplim de llàgrimes i l´entrar a la plaça , al vore a la Verge tan engalanada , esclate a a plorar. Done el ram, mire cap a dalt, li suplique el meu desig i amb la vista nublada , veig que em guinya un ull. ¡ Ara sé que em curaré!
LUCES FALLERAS
por JORGE GARZARAN OLMOS
Sucedió en un determinado momento de un extraordinario día. No se sabía por donde irían los tiros, pero he aquí que lo que nunca podríamos imaginar sería determinante para la sorpresa.
Un repentina ilusión se fraguó de inmediato y me vi sumergido en algo completamente fascinante.
Multitud de colores surgieron de la nada, infinidad de diminutas bombillas se arremolinaban para conformar una magistral composición nada aleatoria. Bello espectáculo el que aparecía y abarcaba mi visión. Que digo visión, los cinco sentidos estaban en máxima alerta y pugnaban en mi interior por seguir así, al menos un rato mas.
FALLERA EN LA RED
por PILAR AÑIBARRO AGUADO
Dos cajas de leche, jabón de lavadora, galletas, macarrones, tomate….Siempre hacia la compra on line pero ese día de Marzo además de teclear la opción de su compra se ha realizado con éxito decidió seguir navegando. Sus hijos habían crecido, formas redondas en su cintura, arrugas en su cara y gafas en sus ojos pero su espíritu fallero permanecía intacto. En la página “Segundamano” encontró el traje, en “Buscounchollo” el corpiño, en “Mercadillo del zapato” se calzó y los complementos de “Todo a 1 Euro. Las fallas habían vuelto a resurgir en su joven corazón al compás del teclado.
El ninot
por Marta Ajado Iniesta
Los ojos picarones, la sonrisa socarrona, las facciones caricaturescas y la pose rozando lo descarado e irreverente, te han convertido en el objeto de todas las miradas, un reclamo imposible de obviar si se pasa por tu vera. La primera vez que te vi, aun carente de color ya se notaba que apuntabas maneras, fuiste el predilecto por antonomasia.
Muy a mi pesar no pude salvaguardarte, las llamas te consumieron hasta lo más profundo, tus entrañas de madera crepitaban, tus piernas se tornaron dos listones en ascuas, no obstante te sostuviste erguido para ser el último en caer.
Despedida
por Vicente Kuster Santa Cruz
Como cada diecisiete de marzo, sacó su cajita de madera y prendió una mecha. Junto a ella reposaba una vieja fotografía. Aparecía con su hermana Teresa y sus padres, vestidos de falleros, antes de tener que salir con lo puesto para no regresar más a Valencia ¡Qué tiempos aquellos! Tras contemplar la imagen con manos temblorosas, encendió el penúltimo petardo que le quedaba. Uno más -pensó- y seré consumido como una falla. Esta vez sabía de lo que hablaba. Sesenta y siete años después de partir, seguía estremeciéndose con el olor a pólvora. Esa misma semana publicaron su esquela.
AMOR ENTRE NINOTS
por Alba Badenes Sanchis
Estabas tan cerca de mi, sentía tu aroma, oía tus palabras, casi podía tocarte; me deleitaba con sólo ver tu figura, ansiaba la llegada del Sol tan sólo para poder ver tu hermosa sombra. Destino cruel, el escultor me atrapó en este trozo de cartón y a ti te encerró en ese ninot. Querida, tendremos que esperar a que los falleros con las llamas nos abran las puertas de estas cárceles de papel y juntos entre las cenizas podernos tocar.
En eixos dies de Març.
por victor carratala
En eixos dies de març, l’olor de la pólvora vespertina substituís a la del primer cafè de costum, la brusa negra a la camisa i el mocador a la corbata diària. El casal es l’oficina i l’aigua com a la missa diària es converteix no amb vi però si amb cassalla o mistela. El soroll, dels estridents clàxons, es transforma amb el dels masclets mentre que el bullici del tràfic cedeix a la jovial musica de banda i xaranga. I es que en eixos dies de març quan la primavera crida a la porta València està en Falles.
La buena Educacion
por Jose Domenech Bufort
Estando una tarde con mi nieta Inmi en Alboraya tomando una rica horchata con fartones se me ocurrió el lema de nuestra falla; La moralidad y la buena educación.
Entró una persona en el local y no dio las buenas tardes , a continuación entro otra persona y saludo educadamente, mi nieta quedo extrañada y preguntó, yayo porque no has saludado a la primera persona que ha entrado y a otra si¿
Y yo le contesté que es de buena educación responder al saludo , así trato nuestra falla ese año y ganamos el primer premio de ingenio y gracia!
Record entre llàgrimes
por Ángel Simarro Pastor
Ens deixava. Les mans dissimulades entre un mocador i un clavell. El pas ferm. La seva mirada romania perduda i tan sols les llàgrimes eren capaces de traçar un itinerari clar, aquell que condueix als llavis. Com si ho hagués perdut tot, no volia mirar enrere. Infinits instants per al record, remembrances infinites que ara el turmentaven. Sols quedava continuar i deixar que el cos es refredés amb cada pas, sentint les flames enlairar-se, esfumar-se. La seva silueta desapareixia entre els núvols de fum grisos i les espurnes desorientades. Espurnes que inicien, que resisteixen i ens emocionen any rere any.
Rufi la Ratonera Valenciana
por José Domenech Bufort
Rufi era una perrita muy valiente y de origen valenciano , de las que van ataditas detrás de los carros de la huerta.
En fallas lo pasaba bomba pues no tenía miedo a los petardos, les plantaba cara e iba hacia ellos .
Iba atabiada con su pañuelo fallero y junto a su amo Pep se recorrían todas las fallas del barrio de Monteolivete.
Ahora esta en el recuerdo de su dueño , bueno de su amigo Pep que con añoranza la recuerda en sus escaramuzas falleras.
Senyor pirotècnic…
por Saida Herrero Morales
No savia amb certesa quanta gent es trobava a la plaça, però podía sentir el seu caliu. Era la seua obligació donar pas a un dels espectacles més emocionants de la festa i encara no trobava la manera de fer-ho breument.
“Senyor pirotècnic, pot començar a omplir els nostres cors amb eixa sensació vibrant que només els teus decibels poden aconseguir. I emportar-nos així a…Massa llarg”, va pensar immediatament. Per fortuna, la tradició fallera havía trobat una paraula concreta que podia resumir tots els seus sentiments. I va cridar:
– Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà.
La clau es troba a les inicials
por Saida Herrero Morales
Sota el caliu de la cremà,
On la cendra ja s’aguaita,
Milers de sentiments m’emboliquen.
Pólvora cremada,
Al vent saluda,
Tremolant per la importància de la seua comesa.
Rèquiem pel passat que abandonem
I un brindis pel futur que trobarem,
Mentres materialitzem els problemes i els
Omplim d’art,
Necessitant fer-los efimers
I renaixer així per tornar a començar.
La veu del pirotecnic
por Monica Junquera Hewson
Tanque els ulls, la suau llum del sol calenta les meues galtes. Els nervis s’apoderen de mi. Se sent els crits de la gent aclamant que comence ja, impacients, excitats… Tots ells són un conjunt de cossos desprenent l’energia que fa possible el que ara mateix començarà. Encenc la metxa, ja ha arribat l’hora, respire fons. Observe la cara del menú germà Toni, el menut. El meu cor s’ompli d’orgull. Torne a respirar fons, em tremola tot el cos, estic impacient. Espere ansiós que una dolça veu entone les paraules que tant desitge escoltar:
Senyor pirotècnic, por començar la mascletà.
la paella madrilenya
por Natalia Sanz Gurrea
Només faltava l’arròs i allò anava molt be. Xe tu, quina paella. A bon segur que seria la millor del concurs. Estava per xuclar-se els dits, perquè no li faltava detall. I tot, clar, dins dels cànons més puristes, no fora cas que el jurat els desqualificara. A ella, que era del Cabanyal, no anava ningú a guanyar-li. Faltaria.
Però allò no anava be. L’arròs no es coïa com tenia que fer-ho…
I de sobte, es va portar les mans al cap. A Madrid, l’aigua i l’altitud marcaven de forma diferent els temps i les mesures. Adéu al seu premi.
Turno de barra
por Enrique Pablo Camps Alamán
Tenía poca manualidad, tampoco era rápido de movimientos e incluso le fallaba algo el oído; pero la economía de la Falla no podía contratar a ningún camarero y había llegado su turno para ser camarero en la barra del bar del casal.
Así que, armándose de valor, trató de memorizar los precios de las cosas para la gente de fuera y procuró ser ágil para los vales de l@s fallero@s de la Comisión.
En contra de sus previsiones, la gente le ayudó, cuadró la caja en vales y dinero y respiró aliviado al limpiar la barra y el local.
Piruleta, el Ninot indultat
por Natalia Sanz Gurrea
Los miraba a todos desde su estantería, suplicante. Sabía que era su oportunidad porque lo había escuchado en su taller mientras Pep lo modelaba. Oyó que era de los favoritos y aquello le dio fuerzas. Por dentro, su corazón de papel latía cada vez que alguien se le acercaba. Tantas miradas recibía que había estado a punto de sufrir un atentado por parte de sus compañeros de filas. Cada mañana el vigilante se veía obligado a recolocarlos. Y lo consiguió.
Pituleta logró salvarse del fuego aquel año gracias a los votos. Lástima que no pudo derramar ninguna lágrima de alegría.
Mi llegada a las fallas.
por SALVADOR Mery Peris
Cuando llegué a la estación del Norte de Valencia, vi la inmensa cantidad de gente que bajaba de los trenes. Gente que eran vomitados por trenes de cercanías. Cuando bajé, la multitud, me transportó en volandas por la estación hasta la maravillosa entrada, una estación digna de cualquier cuento de hadas. Una joya arquitectónica, solo por verla valía la pena ir a Valencia. El olor a pólvora, buñuelos llenos de azúcar, azahar, y millones de flores más inunda mi ser. Vi pasar turistas, hombres, mujeres, falleras y falleros. Gente que va de un lado a otra admirando los monumentos efímeros.
Mascletá
por guillermo gutierrez
Mucho antes de bajar del AVE se me habían quitado ya todas las ganas. Que pintaba yo en Valencia. De camino al centro el tráfico se puso cerrado y me apetecía andar, aproveché un semáforo en rojo para pagar la carrera y bajarme de andar.
Gracias a Google, fui atravesando la zona de guerra, los ruidos violentos y el olor a polvora no me dejaban espacio a ningún pensamiento, hasta que la vi a lo lejos de una plaza. Ni siquiera escuché la mascletá mientras nos abrazabamos. Mi mente volaba tan alto como los fuegos artificiales.
Por los pelos
por Francisco Pérez Cucó
¡Pum! No llego.
¡Pum! Aún no hay mucha gente, puede que sí.
¡Pum! Uf, por los pelos. Casi en la valla.
Ritmo y cadencia, un repiqueteo acaricia mis oídos.
Sube la intensidad, ahora siento las vibraciones en mi cara.
Juego aéreo, nubes de algodón, columnas de colores. La luz se suma al espectáculo.
Crecen las sensaciones. Me vibra el alma, mis pies empiezan a rebotar contra el asfalto.
Fin de fiesta. En el suelo, ensordecedor, en el aire, atronador. Me palpita todo el cuerpo.
Ovación cerrada. El olor a pólvora lo invade todo. Una lágrima cruza mi mejilla.
Mañana otra.
Mi primera vez
por Antonio Jordán Sanchis
-Es que… no lo he hecho nunca.
-De verdad, no tengas miedo, yo te enseñaré. Ponte detrás de mí y cogeme fuerte del pelo. Apoya una mano sobre mi cabeza y con la otra lo introduces.
-Temo hacerte daño.
-Que no, tonto, que no es la primera vez que me lo hacen, no duele. Busca el agujero y lo introduces hasta el fondo.
-Así, ¿ya está?
-Si, así, cariño. Ves como no ha sido tan difícil. ¿Ha quedado recto?
– Ha quedado perfecto, el moño está en su sitio con el pincho metido hasta el fondo, solo falta ponerte La Peineta, pero mañana que te peine tu madre de fallera, como ha hecho siempre.
UN MURO
por inma mora penella
Hasta hace cinco años con una valla bastaba, se sacaban unos euros que nos impulsaban para el siguiente año, después se pensó que no era suficiente, demasiado se dejaba entrever y no convenía, así que se optó por algo más rotundo y la rodeamos de un muro.
Ahora si que no se daba opción, y el resultado fue tan bueno que se decidió no salir de ahí y celebrarlo todo dentro de su perímetro; el que quisiera festejar tendría que pertenecer al colectivo. Este año ya somos subterráneos, a punto de desaparecer.
Ojos creados para ser vistos.
por Luis Gispert Macián
Caminos de primavera,
árboles de rostros adormecidos,
el Turia engrosa belleza
y Valencia realza si fiesta.
Polvoras entre cenicientas brumas,
fantasía de noche y de día,
Valencia realza sus Fallas
con arte y sabiduría.
Ambientes de alegría y distinción,
ojos creados para ser vistos,
valencianas de elegancia y honor,
majestuosas, con donaire e intención .
La pregunta
por José María Sancho Navarro
Recuerdo que llovía ligeramente. Una luz mortecina, sin sombras, entristecía el ambiente. Sonaron las nueve campanadas en el reloj del Ayuntamiento. El balcón estaba desierto. Todavía era pronto. Un camión se detuvo junto a la puerta. El conductor bajó y se acercó al guardia. El camión transportaba una enorme figura envuelta en plástico transparente, de un color rojo chillón entreverado, un remate de las fallas tal vez. Tras unos segundos el conductor regresó a la cabina y arrancó. Las ruedas escupieron una fugaz cortina de agua sucia. Hacía tiempo que no llovía tan triste.
Recuerdo porteño
por Marta Pérez Ortiz
Mientras cebaba su mate le caían unas lágrimas apenas perceptibles al evocar su Valencia natal. Las Fallas siempre le ponían triste. No era una tristeza amarga o dolorosa, sino más bien de esas que hacen sentir nostalgia. Ya iba para treinta años. Fuego; espesas llamaradas empezaron a dibujarse en su mente al tiempo que se sonreía al ver desplomarse lentamente los ninots de la falla de su infancia, devorados uno a uno por una espesa masa candente. Recordó, añoró y siguió cebando su mate.
Y notar el suelo temblar…
por Elia Navas Portillo
Salió corriendo de la oficina. Eran las 13:00 del 1 de marzo y, para ella, las fallas comenzarían en una hora. Se plantó en primera fila, justo delante de Loterías Bello. Sabía por experiencia que era el mejor sitio para sentir de verdad lo que significaba ser valenciano, aunque ella sólo lo era de adopción. Rodeada de esa misma gente que sólo veía de año en año y agarrando la mano del valenciano que le había robado el corazón, sonrió, nerviosa, cuando escuchó: “Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà”. Pólvora, ruido, color y fuego inundarían, por fin, Valencia de nuevo.
Idomeni
por Salvador Pascual Nieves Andrés
Shamira observa, embelesada, una hoguera improvisada en el campamento de Idomeni, en Grecia. Sus padres quieren llegar a Alemania, pero, desde que vio un reportaje en televisión sobre las Fallas, sólo desea ir a Valencia.
Las volutas llameantes la retrotraen a esas imágenes de luz, color y fuego que entrevió. En ellas redescubre los luminosos trajes, las explosiones pacíficas, un sol radiante sobre coloridos monumentos… Flores, flores y más flores… Juegos de luces y sombras coloridas… Llamas purificadoras… Fuego dulce… Fuego feliz…
20 de marzo; un funcionario de la ONU escribe “Shamira Bodjar; 12 años; fallecida por hipotermia”.
La conversión de James
por Luis de Ros Anguelú
James era británico. También era la primera vez que venía a Valencia y por eso no acababa de comprender la impaciencia de aquellas personas por asistir a la mascletá.
Sin embargo, nada más empezar, los sentidos de James se vieron saturados por los colores, el olor a pólvora, el contacto con las personas y por el temblor que sentía en sus entrañas con cada nueva explosión. Por último, el “terremoto final” elevó a James a un nivel superior donde espíritu y pólvora se fusionaron en un abrazo final del que James no deseó librarse nunca… ¿mañana, a qué hora ?
En el borde
por Adolfo Mazariegos
El anciano se acercó hasta el borde de la cama. Vio los ojos abiertos de su esposa y entendió inmediatamente. Se sentía preocupado. Aquella inesperada sensación le provocaba inevitables deseos de vomitar.
Se sentó a su lado, tomó delicadamente su blanca mano y besó sus dedos largos, delgados, uno a uno. Luego, tembloroso y arrepentido, susurró en su oído de manera casi imperceptible: «ojalá puedas perdonarme… Querida… Te juro que no sabía lo que hacía al comerme tu desayuno».
Ella no reparó en la falla, solamente sonrió, y se volvió a quedar dormida.
¿De qué estábamos hablando?
por Adolfo Mazariegos
Nunca le dije aquello que quería decirle. Ella tampoco se atrevió a decirme aquello que quería decirme. Nunca nos dijimos nada de aquello que queríamos decirnos. En verdad: nada de nada.
Hoy, lejos ya de aquellos años, por fin se lo he dicho.
Ella me miró, se sonrió, y sus ojos se llenaron de lágrimas y recuerdos, y momentos, y dolores lejanos: «yo también quise decirle eso mismo hace mucho», dijo, y me abrazó, ¡con tanta intensidad que hasta olvidé mis ochenta años ya vividos! ¿Qué, son más?
De pronto, la falla…
―Perdón, ¿de qué estábamos hablando? ―Le pregunté.
La línea del tiempo
por Gonzalo Gómez Mataix
En la encrucijada la proximidad de los cuerpos hace menos fría la noche. De pronto cesan las luces y los colores que nos maravillaron. Todo retumba ensordecedor unos minutos; y surge el fuego.
Nuevamente busco y encuentro su rostro entre la multitud. Sabía que acudiría, que ella también querría ver arder ese prodigioso remate que admiró boquiabierta ayer.
El fuego se refleja en su mirada, en su sonrisa. En la de todos, realmente. Pero en ella ese resplandor cálido es como el mismo fuego que ya devora la falla, implacable.
Porque pronto ella también será pasado. Tras doblar la esquina.
Una tarde en el taller de Vicente
por Gonzalo Gómez Mataix
Vicente llega vociferando.
-¿Y la “pardala”?
Llaman así al gigantesco pájaro que ocupa casi todo el taller.
-Esta y cierro… -musita luego exhausto.
Pepe sale secándose las manos en su mono.
-¿Quieres dejar de decir tonterías? –Y haciendo un gesto hacia atrás, añade— ya está lista.
La tarde languidece al ritmo de un ladrido lejano.
-Lo de antes lo dije en serio, ¿sabes? Mi última falla… ¿Me pasas la lija?
Cuando anochece todos se despiden hasta el día siguiente, caminando silenciosos hacia sus coches. Vicente se queda el último, y piensa en los moldes que descansan vacíos contra las paredes…
El ritual de la cremà
por Fernando Lopez Sanchez
El epílogo portaba su rúbrica.
Se afanaba en el más nimio de los detalles.
Enamorado en el arte de la perfección más absoluta sin improvisaciones.
Amante de la polvora y el azufre, admiraba la valentía de aquellos que la prendían para disfrute del gentío.
Con sumo cuidado, colocaba mecha y trueno como hilo conductor capaz de transportar a aquellos inertes personajes al más allá, una vez rociados con el ‘agua bendita’.
Se le podía otear ensimismado, en un segundo plano mientras avistaba la combustión que reducía a ceniza el perfecto monumento.
Héroe o Villano no cabía mayor indiferencia.
Tras la fiesta
por Marta Ajado Iniesta
Mientras camino percibo en el aire diminutas partículas flotando en suspensión, son el vestigio de las llamas que devoraron sin piedad un monumento que contenía las ilusiones vividas en un año. La resplandeciente luna llena ilumina las calles de un barrio ya sumido en el silencio tras la fiesta, cuyos viandantes apremiados por el cansancio apuraron el paso para llegar a su cita con Morfeo.
En la calzada junto a los rescoldos todavía humeantes, una niña acuclillada recoge con delicadeza la ceniza, que convertirá en reliquia de lugar privilegiado, cuya visión le rememorará el reinado que dejó atrás.
1 de Marzo
por Mª Carmen García Zamora
Ha llegado el día, comienza la transformación.
Valencia se despierta más guapa que nunca, lleva un año esperando a que llegue este momento.
El cielo se prepara para recibir los besos y abrazos de múltiples colores.
Las calles se visten de gala para acoger a cuantos valencianos y visitantes transiten por ellas.
En el ambiente se respira impaciencia e ilusión.
Poco a poco, la Plz. del Ayuntamiento se va impregnando de una emoción incontenible.
El reloj nos avisa y se hace el silencio.
Senyor Pirotècnic…………………………..
Records de l’escriptor
por Josep Calero Martí
Una llum irreal s’apoderava del cel de la ciutat. Assegut a la vora de l’aigua, el vell escriptor, amb els ulls esbatanats, immòbil, admirava les seues menudes joies. Tranquil, recordava els anys de la barraca, i com aquells genets li passaven, embogits, pel costat, a la vora del canyar, i l’esguitaven amb aquell fang del que estan fets els hòmens… i com solia degustar l’arròs de l’Albufera entre els tarongers de l’horta. Aquelles aromàtiques olors que es barrejaven ara amb la pudor del fum i la força de les flames que cremaven la falla dedicada al nostre insigne autor.
UN MIRACLE EN FALLES.
por Amparo Guzmán Morales
Entre la multitud, nostres mirades es van encreuar , de sobte es va instal-lar el silenci, junt amb nosaltres, ningú exixtia.Ella pocs anys, jo massa, la seua cadira en rodes i el meu bastó , acompanyaven nostres vides.Mentalment vaig escoltar : «Si vols ,pots», vaig saber al moment lo que ténia que fer, la meua vida per la seua cura,la decisió estava presa, vaig notar llaugerea en tot el meu ser, el cos ja era de cartó ,el foc em haria etern, des de la falla ja com ninot, la vaig vore als llunt, alçant-se i anat, a les seues gracies jo li contestava:»Per tu , seré un ninot efímer».
Tensió a la consulta.
por Francesc González Molinero
-Sap ?, l’olor de la pólvora em produeix excitació i un desig irrefrenable que no sabria descriure. Hi ha moments -va prosseguir narrant la dona- en què no tartamudeig i fins i tot sóc capaç de comunicar-me amb els meus adversaris. Vostè ja m’entén …
-D’acord, Yolanda, d’acord. Li va dir el metge una mica contrariat, elevant el seu to de veu de per si pausat.
-Però, per favor, trague els «masclets» que sé que porta a les butxaques!
– Es pot passar, doctor? Va interrompre un pacient, abillat amb brusó faller i un prominent pur fumejant, penjant dels llavis.
La magia de las presentaciones
por Sergio Herrera Latorre
En el momento que empecé a caminar veía como la gente me arropaba con sus aplausos, cada paso se me hacía eterno y el comienzo del escenario se me hacía eterno. En el momento que llegué al pie del escenario sabía que en ese momento las siguientes fallas cambiarían para mí… y como pensé allí estaba mi amiga Marta con mi nueva banda, suspiré y me puse al lado de ella, todo el mundo aplaudía, fue el momento más especial de mi vida como fallera.
«PATRIMONIO» (LA CANCIÓN).
por José María Solá Guzmán
Nuestro arte de fuego
las fallas tan queridas
en el mundo entero
ya son reconocidas.
Patrimonioooo
lalalá lalalalalá
somos patrimoniooo
lalalá lalalalalá
Patrimoniooo
lalalá lalalalalá
somos patrimoniooo
lalalá lalalalalá
La mùsica , las luces
ese fuego, ese color
la seda y las flores
esa pólvora ,ese olor.
Patrimonioo
lalalá lalalalalá
somos patrimonioo
lalalá lalalalalá
Patrimoniooo
lalalá lalalalalá
somos patrimoniooo
lalalá lalalalalá.
Todos juntos , ya cantamos
todos juntos emocionados,
Valencia en Fallaaas
lalalá lalalalalá
Valencia en Fallaaas
lalalá lalalalalá. (Hasta el final).
UNES FALLES DIFERENTS.(HOMENAGE A TOTES LES PERSONES ,SOBRE TOT CHIQUETS,QUE PASSEN LES FALLES EN UN HOSPITAL).
por José María Solá Guzmán
Viure les falles entre quatre parets , era una sentencia que devia assumir, una malaida malaltia m`havia enverinat la sanc , sense respectar la meua alegria de viure, ni la meua corta edat, busqui el costat positiu i l`optimisme seria la meua gran basa a jugar.
Canviare el meu trage de valenciá blau , per un pijama tambe blau, ajudare al restant de companyers a gojar les falles en este lloc, la tristea desapareixerá de nostres cares infantils, tot sera magia, farem una falla infantil, sense cremar-la, sentirem mascletás, cantarem , plorarem en la cremá, per uns dies tots olvidarem les penes, metges, malalts i familiars.
¡¡ NI CAS !!
por Ernest Olmos Sabater
Dèsset de Març, Vicent tornava a casa. Havia anat en uns amics de festa i… clar lo que sol passar. Era de matinada i en molt poqueta llum. Al mig de la plaça va vore una monja baixeta en ulleres i un rotul que dia… “ Sor Aya”. Este la va saludar…– ¡¡ Booona nit !!, ¿ Com eeestà?… –¡¡ Se va a quedar gelaaaada aci plaaantada…!!–. La monja ni moure’s ; — ¡¡ Que traaanquilitat !!– ni cas, –¡¡ Cheee … un poquet d’eduuucació !!–. Se tirà mija hora parlant-li… i esta ni mu. Cansat, enfilà cap a casa blasfemant a crits per a… goig de veïnat. La sor, continuà indiferent davant de la falla.
Il·lusió per l’ofrena
por Mali Martí Ferrer
Mami, ja estem en falles!, vull anar a l’ofrena! Va a ser imposible, doncs esta xicoteta personeta que parla, que és Sofía, està malalta de leucèmia. Sa mare, al vore la il·lusió de la xiqueta, amb el consentiment mèdic, li compra una perruqueta i un vestit i la xiqueta por complir el seu somni. En desfilar, en la seua cadira de rodes, la xiqueta està emocionada i feliç, i quan passa per davall de la verge exclama: Mare dels Desemparats, et demane que em cures!; sa mare no pot parlar.
DE L`INDULT, AL MUSEU.
por amparo guzman morales
Enguany havia començat la plantá massa prompte, un mes d’antelació era molt extraño, me havien plantat en una falla enorme i coberta, no passaria fred, ni em mullaria si ploguera , de seguida, em vaig fer amic dels meus companys ninots, que per cert estaven tan estranyats com jo, de la qual cosa ens estava succeint.
La gent ens contemplava contenta, a pesar d`haver pagat diners per entrar, reien, ens feien fotos i votaven el seu millor ninot favorit,al final ho vam entendre, el guanyador viuria eternament alliberat-se del foc purificador junt amb els guanyadors d`altres anys, en un museu faller.
EL ENCENDIDO
por agustin diaz benito garrido
Ramón lleva casi toda su vida sin perderse ningún encendido de su calle, en el barrio de Ruzafa. Disfruta contándole a todo el mundo, el colorido, la intensidad, las formas, etc., que tanto hacen disfrutar a la gente del barrio cada vez que le dan al botón para que todo el montaje cobre vida. Este año, le han elegido a él para este honor, cosa que ha hecho con el mayor de los placeres. Cuando le preguntan cómo puede describir todo ese espectáculo siendo ciego, él siempre dice lo mismo: “yo no veo con los ojos, veo con el corazón”.
LES REINES DE LES FALLES.
por amparo guzman morales
Res mes despertar-me, pense i estic amb vosaltres, anar a la despertá, desdejunar-se bunyols amb xocolate , veure falles, anar a la mascletá, menjar paella, veure mes falles, berenar mes bunyols, veure mes falles, anar a l`ofrena, sopar, veure mes falles, verbenas, balls, veure mes falles, s’un no parar, un éstres desitjar i disfrutat , que no seria possible sense vosaltres, les reines de les falles, les meues volgudes sabatilles esportives, os vull.
AHORA SI
por agustin diaz benito garrido
Desde que llego a Valencia, con apenas tres añitos, su pequeña y redonda carita siempre se ilumina cada vez que ve un castillo, un ninot o una mascleta. Por no decir cuando ve falleras desfilar hacia la ofrenda y ella se pone a su lado haciéndose la ilusión de que llegara hasta los pies de la Señora.
Acaba de cumplir 8 años y ahora sí, gracias a vecinos y compañeras del cole que le han prestado la indumentaria, saldrá en la ofrenda. Y seguramente pedirá a la Virgen por sus amigos y familia que siguen sufriendo la maldita guerra.
EL HOMBRE FALLA
por agustin diaz benito garrido
Abre el casal, cierra el casal. Monta el Belén, hace la replega. Planta la carpa, quita la carpa. Vende lotería, gana al mus, pierde al parchís. Se emociona en la crida, hace la desperta, prepara la bunyola. Planta la falla, planta la mascleta, hace el pasacalle, monta la corda. Y si algún día faltara un ninot, se pondría en su lugar y ardería con el resto del monumento. En cada falla siempre hay uno como él. Muchos se llaman Jóse, como este. Sin ellos la fiesta no sería igual. Son pura Falla, son los hombres Falla..
TIC, TAC, TIC, TAC…
por amparo guzman morales
Se acerca la hora , fín de un principio, principio de un fín, se ultiman los preparativos, amor y tradición se unen en una sinfonía de valores, imposible de detener, tic, tac, tic, tac…venidas, pasiones encontradas , luchan por llevar a cabo el último acto de las función ,predestinada de antemano a un éxito ,no por esperado ,magnífico y rotundo tic, tac, tic, tac.. nada se destruye, sólo se transforma , continua la fiesta en un bucle sin fín , nacer para morir, morir para nacer, llegó la media noche del decimonoveno día del tercer mes del año, tic, tac, tic, tac…
BOCETO FALLERO
por maria jose hernandez latorre
Nació un veinte de marzo producto de un pensamiento. La dibujó en una sucia servilleta de un pequeño bar de pueblo. Sus brazos abrazaban el cielo como queriendo atrapar la luna. Sus ojos brillaban limpios como las estrellas en una noche de verano.
Así, sin más, emergió hacia el infinito y su figura se elevó en mitad de la plaza. Arrogante y soberbia quiso ir más allá. Quiso olvidarse de lo terrenal, y voló y voló, y soñó y siguió soñando.
Las alborozadas lágrimas de colores se elevaron hacia el infinito mientras moría lentamente bajo el pasto de las llamas.
El fantasma de las fallas pasadas
por francisco martinez llopis
La aparición de aquella niña fantasmagórica atrajo la atención de medios y turistas, pero provoco la envidia por parte de otros fallas. Queriendo tener su propio espíritu las comisiones más pudientes contrataron a reputados médium, las más influyentes contactaron con las autoridades eclesiásticas y las más humildes acercaron la ubicación de su falla al cementerio, todo esto con nulo resultado. Así que las comisiones denunciaron el hecho ante la Junta que acogiéndose al Art. referido a la inclusión de figuras no proyectadas, procedió a su descalificación. La noche de la cremá, el espectro como un mago desapareció entre el humo.
Un arte que roza lo divino
por Luis Gispert Macián