El último adiós.

Se fueron congregando lentamente, en silencio, todos los componentes de la comisión, que habían podido ir, sin que nadie los hubiera avisado, los primeros el presidente y tesorero.

Era el momento de dar el último adiós, en pequeños grupos, se comentaba, estaba en el pensamiento de todos, tantas horas compartidas, tantos esfuerzos, anhelos, alguna pelea, discusiones, risas, llantos, momentos de felicidad, en definitiva, vidas compartidas.

Pero la vida continua, una vez, pasado por trámite, se fueron al nuevo cau fallero…dejando un cartel de se alquila… el viejo letrero de casal faller desde hacia cincuenta años y retales de sus vidas.