EL COMISARIO

Los destellos azules se reflejaban en la plaza y en su falla central.
—Cuando amanezca, pregunten a los vecinos —ordenó el comisario a dos policías de uniforme.
—Cardona, hable con todos los que estaban en el casal.
—Ramos, consiga todas las grabaciones de las cámaras de seguridad del barrio.
—A la orden, comisario.
Un joven inspector de paisano se acercó con timidez.
—Comisario, ¿cree que pedirán rescate?
—Guaita, no jorobe. Es el ninot indultat.
El comisario se sentó en la peana en la que había estado la víctima.
—Tres años para jubilarme y creía que lo había visto todo.