Listas Levante-EMV » VII Edición – 2018

«El primero…, el postrero beso»

El primer beso fue también el más cálido e inspirador. Allí, en la cúspide de la falla, dos jóvenes ninots se mimaban, excitados, al abrigo de las llamas.
A los pies del monumento, una pareja de ancianos observaba su urgente embeleso, presintiendo la fugacidad de la vida misma, escenificada y devorada por un sinfín de lenguas de fuego, entre hermosos decorados de cartón, bajo miradas flamígeras.
Tras finalizar el sensual festín, la plaza recobró su habitual serenidad, y el gentío, congregado a los pies del monumento, comenzó a disolverse.
Tan sólo permaneció la pareja, reavivando los rescoldos de su pasión.