Listas Levante-EMV » V Edición - 2016

Y nacieron las fallas…

Primero fue una silla y una vieja mecedora desvencijadas por el tiempo. Después el tablero de una cama inservible por el uso indiscriminado.
Batiste lo apiló y almacenó en el patio posterior de su barraca. Acto seguido, su vecina apareció con un hilar aportillado y se lo entregó a Batiste. Doña Crispina que lo vió, decidió llevar su bolillero que después de numerosos arreglos no tenía solución. El marido la imitó y determinó que ya era hora de renovar la azada porque estaba tan descuajeringada que no resistiría otra cosecha.
Y todo en armonía y complacencia, días después ARDIÓ.